Aprobaron la norma de contaminación del agua, a pesar de todos nuestros esfuerzos.
Reconocidas personalidades de la ciencia, la educación, la sociedad civil organizada, las comunidades indígenas y ciudadanos independientes sostuvimos argumentos sólidos y convincentes por cartas, emails, llamadas telefónicas y en ultimas viajando ayer a Tallahassee para participar activamente en la discusión.
El día entero la Comisión de Regulación Ambiental escuchó los argumentos públicos sobre las consecuencias de aprobar esta norma. Por ejemplo, la Tribu de los Miccosukee fue clara y elocuente, explicando cómo el aumento de las concentraciones de contaminantes podría alterar, no sólo el ambiente y la ecología de los Everglades, sino el estilo de vida, la salud y la cultura de su comunidad.
Todos sus argumentos se pueden extrapolar a cualquiera de las comunidades de residentes de la Florida, que hemos sido traicionados por la propuesta del Departamento de Protección Ambiental (DEP).
Con un método seudo-científico llamado Monte Carlo, que reconocen haber inventado y que reclaman como único en su estilo; un método cuyos resultados dejan clarísimo que es errático y poco confiable, el Departamento le dio a la industria que produce contaminantes peligrosos para la salud, lo que yo considero una licencia para matar. ¡Porque el cáncer, mata!.
Con la excusa de regular 39 contaminantes que no tenían normas de control -entre ellos dos cancerígenos-, la recién aprobada "norma de contaminación del agua" aumenta los niveles para una treintena de elementos cancerígenos y deja de regular otros que requieren adaptarse al conocimiento científico y a los parámetros reconocidos como seguros por el resto de la nación.
Si no anulamos este acto administrativo, la Florida se convertirá pronto en un santuario para los contaminadores, que en ningún otro estado del país pueden darse el lujo de atentar contra la salud de los ciudadanos. Aquí, al gobierno le dio por hacer todo al revés y sin remordimiento. Como si los residentes de Florida tenemos un ADN diferente al del resto de la humanidad.
Por citar un ejemplo: el límite federal aceptable de concentración de un contaminante cancerígeno como el benceno, para proteger la salud humana y el ambiente es de 1.14 ppm.
En la Florida, hasta ayer, el límite permitía una concentración de 1.18 ppm, más benceno del recomendado. La "Comision de Regulación Ambiental” aprobó la irresponsable propuesta del Departamento de Protección Ambiental, que en lugar de bajar a los 1.14 ppm del límite federal, nos obliga a soportar una dosis de 2 ppm, 76% más que el resto de los americanos.
No les importo aumentar la incidencia de cáncer de la población, con tal de favorecer a la industria del petróleo y del fracking. Y aclaro, no fue sólo el benceno, que con eso tendríamos para escribir un libro. Como dije antes y puedes consultar la lista aquí. Casi una treintena de contaminantes recibieron la bendición de esta comisión para inyectarnos con su veneno.
El descaro e insensatez es tan grande, que el director de manejo y restauración de ecosistemas del DEP llegó a decir que ellos legalmente, se habían asegurado de no dejar nada que se pudiera discutir 'legalmente'. O sea, que usaron las leyes para forzar la libertad de contaminar de unos en perjuicio de todos.
La decisión fue de 3 a 2, porque la Comisión de Regulación Ambiental (ERC) que por ley debe estar constituída por 7 miembros que el gobernador debe nombrar, tiene un año sesionando con sólo 5 miembros porque el gobernador no ha encontrado o no ha querido encontrar otros dos voluntarios para esa posición que no es pagada. No entiendo...
Para terminar de completar, una abogada, de los 3 que aprobaron la norma declaró que la regulación era más buena que mala. Implícitamente, una profesional del derecho, conviene en su declaración en que la norma es mala. Como colega me da pena ajena. Claro, ella representa a los desarrolladores, así que voto que sí a la contaminación.
Por fortuna, como dije en mi blog sobre las normas de calidad del agua en Florida, la decisión de la Comisión de Regulación Ambiental que es designada sólo por el gobernador; todavía depende de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), necesitamos unirnos para que ésta agencia federal impida que la industria de la contaminación envenene las aguas de la florida y perturbe nuestra salud.
El benceno es una sustancia química extensamente usada que se origina tanto de procesos naturales como de actividades humanas. La inhalación de benceno puede producir somnolencia, mareo y pérdida del conocimiento. La exposición prolongada produce efectos sobre la médula de los huesos y puede causar anemia y leucemia. El benceno se ha encontrado en por lo menos 1,000 de los 1,684 sitios de la Lista de Prioridades Nacionales identificados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA).